El presidente de la mejor nación del mundo, Joseph Robinette Biden Jr., no asistió al primer debate demócrata de 2024, por lo que fue criticado por sus compañeros demócratas que también aspiran a la presidencia del país gringo en las próximas elecciones. Dicha ausencia pudo deberse a que, como en el caso de Donald Trump por los republicanos, tiene ganada la nominación de su partido o a que olvidó programar el recordatorio en su Alexa.
Los únicos aspirantes que se presentaron al debate, realizado en el estado de New Hampshire, fueron Dean Phillips y Marianne Williamson, cuyo principal asunto fue criticar al presidente Biden por no asistir, así que de todos modos, el debate se trató del ausente.
Tanto Phillips como Williamson reprocharon que Biden no los acompañara, lo cual tiene sentido porque, al ser unos desconocidos, es seguro que muchos gringos prefirieron ver cualquier otra cosa, además de que no representan ningún riesgo para el mandatario que levanta las acciones de Depend.
«Ese señor está dando por sentada esta elección y le valen madre ustedes y todo el país», o algo así le dijeron a las tres personas que fueron a verlos, porque, de hecho, de acuerdo con los datos recabados por el equipo de investigación de EAD, ese estado no tendrá mucho peso en la elección de este año.
Phillips, como toda una Mhoni Vidente y ya encarrilado contra el viejito más poderoso del mundo, dijo que el presidente es un riesgo para la democracia y que perderá las elecciones, además de la batalla con su esfínter. Lo último es muy seguro.
Por su parte, Biden se la pasó más preocupado por conquistar el voto afroamericano en Carolina del Sur, a donde fue a criticar el supremacismo blanco impulsado por su archienemigo, Donald Trump. Por ellos, con tal de lograr el apoyo de los «hermanos» negros, es muy probable que veamos a Biden rapeando y comiendo pollo frito en los próximos días.
