Si de por sí los espermatozoides más veloces muchas veces se desarrollan para convertirse en conductores del Canal Once, licenciados en perspectiva de género, activistas neurodivergentes no binarios pro-Palestina, o en especímenes como el Medio Metro, no sabemos qué tipo de ejemplares humanos nos esperan en un futuro ahora que se ha anunciado el spermbot, un nanorrobot diseñado para transportar espermatozoides inmóviles hacia el óvulo.
Aunque uno pensaría que, después del «en sus marcas, listos… DENTRO», el ganador de la gran carrera eyaculatoria tiene que ser el espermatozoide más apto y compatible con la vida, un grupo de científicos alemanes desarrolló un microrrobot que, por medio de hélices magnéticas, captura y propulsa a todos esos renacuajos que, según natura, no tendrían por qué cuajar.
Esto ayudaría a tratar uno de los mas grandes problemas de fertilidad masculina, es decir, la baja motilidad espermática o, como se le conoce coloquialmente, «síndrome de los chamacos sedentarios». Por otra parte, hay personas que insisten en que, si un esperma no es capaz de realizar su único trabajo, el cual es nadar hasta llegar al óvulo, quizás no sea la mejor idea traer al mundo a alguien que no pudo nacer sin que le tuvieran que dar un aventón.
«¿Neta quieren que nazca alguien que echó la hueva desde antes de la concepción?», «Qué gran idea: ayudamos al meco más meco, al meco al cuadrado», «JAJA, qué mamada… Ya sacaron un Uber para espermatozoides», fueron algunos comentarios que se pudieron leer en X.
De igual forma, por lo incómodo y anticlimático que puede llegar a ser introducirle un supositorio biónico a tu pareja cada que se consuma El Acto Amatorio, se espera que la mayoría de los hombres con problemas de fertilidad sigan optando por técnicas más tradicionales, como la del murciélago, que consiste en que, una vez depositado el té de ramo blanco, la persona gestante se ponga de cabeza esperando que la gravedad haga de las suyas y complete el proceso de inseminación, o la del cartucho de Nintendo 64, la cual consideramos que no necesita ninguna explicación.
De una u otra forma, nos espera una generación de ineptos. A disfrutar lo fecundado.
