Un duro revés, donde más le gusta, sufrió la nadadora transgénero Lia Thomas, quien fracasó en su intento de revertir las reglas que le impiden participar en competiciones femeniles de élite, básicamente porque tiene un miembro más que el resto de las competidoras y porque de fémina tiene lo que un árbol de oso. Un panel de tres jueces determinaron que Thomas no está en una posición que le permita defender su caso, por lo que la abrieron como birote de las pruebas clasificatorias de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos de París 2024.
La nadadora y persona enferma de la cabecita buscaba que el Tribunal de Arbitraje del Deporte admitiera un juicio contra World Aquatics, el órgano rector de la natación a nivel mundial, que la habría impedido para competir contra quienes nacieron con burro en lugar de masacuata. Lamentablemente, para la nadadora, el tribunal desechó su petición, justo cinco días antes de que comiencen en Indianápolis las competiciones clasificatorias de Estados Unidos para los Juegos Olímpicos.
En 2022, el organismo World Aquatics prohibió que las mujeres que pasaron la edad de la punzada siendo hombres participen en competiciones femeniles, como es el caso de Lia Thomas, por lo que creó una categoría «abierta» para la que son elegibles los deportistas transgénero. Thomas pidió al tribunal que revocara esas reglas por considerarlas inválidas, ilegales y discriminatorias. Pero el chiste no es nadar y competir, sino que todos se alineen con su agenda degenerada.
«Pues a mí me parece superinjusto, creo que la decisión es totalmente discriminatoria. Ahora, ¿dónde creen que podré ir enseñando el pito? ¿En el baño de hombres? Ah, pero esto no se va a quedar así, voy a llevar esto hasta las últimas consecuencias, lo juro por mis bolas», comentó Lia Thomas, luego de participar en una competición en la que ganó contra un par de ancianitas nadadoras sin brazos.
Pues, así pasa cuando sucede. Por lo visto, Lia Thomas se quedará en casita mientras las nadadoras que compitan en París 2024 se librarán de andar mirándole el pito a una persona enfermita que lo único que busca es ganar a la fácil. Suerte para la próxima, Lia Thomas, y no andes enseñando tu cosa.