El fin de semana, Vinícius José Paixaõ de Oliveira Júnior, a quien sus cuates conocemos simplemente como «Vini», fue víctima de un brutal ataque verbal en el que los aficionados del Estadio de Mestalla le gritaron de a cosas feas.
«Soy invencible en la cancha», declaró Vini Jr. unas horas después del terrible incidente, «pero si me dicen de a cosas, me puede dar desde un telele hasta un soponcio. Las palabras son mi kriptonita».
No es la primera vez que el futbolista originario de São Gonçalo, Río de Janeiro, se queja de una conducta racista en España, donde se aprovechan de su condición de extranjero para pagarle la módica cantidad de aproximadamente 20 millones de euros al año por jugar futbol, un sueldo indigno para cualquier ser humano.
La Liga ya está tomando cartas en el asunto y ha sancionado al Estadio de Mestalla, además de que la marca deportiva Nike contrató a Vini para que encabece una campaña contra el racismo.
«Voy a usar ese dinero para compensar con lujos los insultos recibidos», afirmó el brasileño. «Empatito».