En un impactante descubrimiento que ha dejado perpleja a la comunidad científica mundial, un grupo de expertos ha concluido que las mujeres que manifiestan un odio abierto y activo hacia los hombres no logran encontrar a su pareja ideal. Este fenómeno, que muchos calificarían de «sorprendente» e «inexplicable», ha llevado a la comunidad científica a buscar respuestas en lo más profundo del comportamiento humano y en las leyes más enigmáticas del universo.
Según los estudios más recientes, liderados por la Dra. Samantha Antimán, reconocida especialista y autora del libro «Por qué los hombres arruinan todo», se ha observado una correlación inversa entre el nivel de aversión hacia los hombres y la posibilidad de mantener una relación amorosa estable. «Es como si entre más despreciaran a los hombres, menos hombres se acercaran a ellas. Es realmente un misterio que desafía la lógica», declaró la doctora, mientras llenaba de alfileres un muñeco vudú que tenía escrita la leyenda «Mi ex».
Una de las participantes del estudio, Clara, que lleva años encabezando movimientos anti-masculinidad, se mostró desconcertada por los resultados. «¿Cómo es posible que odie a los hombres y, a la vez, no logre encontrar uno que me entienda? Debe haber algo muy mal en ellos, porque claramente no es culpa mía», afirmó. Clara agregó que solo quiere un hombre que esté dispuesto a cumplir sus caprichos, que sea completamente invisible, nunca opine y, si es posible, no sea hombre.
Otras mujeres del estudio también han confesado su desazón al descubrir que, pese a sus esfuerzos por demostrar que los hombres son la raíz de todos sus problemas, siguen sin encontrar uno que les aguante. «Los hombres son todos iguales, lo sé porque nunca logro estar con ninguno el tiempo suficiente como para probar lo contrario», explicó Margarita, otra de las participantes.
Desconcertados por la extraña paradoja, los expertos en relaciones han propuesto una nueva teoría radical: tal vez la solución no se encuentre en este universo. Según uno de los expertos, en uno de esos universos alternativos, los hombres podrían estar hechos de una sustancia indestructible al desprecio, un material desconocido en nuestro planeta, que les permita soportar la combinación letal de desdén constante, insultos pasivo-agresivos y descalificaciones permanentes sin salir corriendo.
Al cierre de este reporte, varias de las participantes del estudio siguen convencidas de que el problema radica en los hombres. «Simplemente, no están a la altura de nuestras expectativas», afirmaron en bloque. Mientras tanto, los expertos siguen en busca de respuestas en este caso que desafía las leyes de la lógica, la física cuántica y el sentido común.